domingo, 20 de febrero de 2011

¡qué vivan los novios!

Mira, mira, mira,…”magnífico su humor, radiante su sonrisa, magistral estrategia e irresistible esa fascinación personal”, nunca antes el horóscopo diario iba a acertar tanto con respecto a mi persona. Y es que ayer por la mañana, salí a estirar las piernas, luchando contra esta maldita artrosis,  ¡descalificaita, descalificaita estoy!! a comprar el periódico y a tomar un café, sorprendiéndome una vez más a mi misma, me encontré sin quererlo, ¡ni desearlo!, hojeando el ABC en la cafetería de El Corte Inglés, oteando desde mi situación privilegiada a los marqueses, sus consortes y otras princesas de barrio, en fin, la clientela típica de ese lugar.  Pues bien, aparte del horóscopo –y de las esquelas-, me llamó la atención, cerrando la edición, la indemnización que tendrá que pagar Tele 5 a Farruquito por ridiculizarlo en “Aquí hay tomate”…me sorprende esta condena, hoy día que está de moda y triunfa en Gran Bretaña “Mi gran boda gitana”, el reality de Channel 4 (con un 24% de share). Triunfan los estilismos de las novias, los abalorios…el armagedón de la elegancia, la encarnación de la forma más extrema del antiglamour.
Muchos hemos asistido a bodas por obligación o por compromiso siempre poniendo la mejor cara, aún sabiendo que odiamos profundamente ese Sacramento, como cualquier otro de esta  nuestra Santa Iglesia, “nuevo pueblo de Dios”, pues bien, quiero dejar claro que mis críticas siempre serán constructivas, pero en algunos casos, lo que hemos visto en algunas bodas (según fuentes consultadas, revista Nuevo Vale y otras, el video de la boda de Farruquito salió a la venta), lo que se ve y se luce en algunas de ellas, como iba diciendo, es evidencia de que el fin del mundo está cerca.
Entiendo que la manera de vivir la moda  está muy arraigado según que cultura, pero todo tiene un límite, y esas cosas deberían estar reguladas por la OMS. Sigan mis consejos, eviten ir look estilo “macarra tardío”,  como una especie de Dartañán y los cien mosqueteros, disfraces de mayordomo o rollo Tony Manero. Todo en unos tonos aún más horrorosos que una película en blanco y negro coloreada. He visto novias que homenajean a aquellos maquillajes de los años ’70 y ’80, y por si todo eso no fuera bastante –y como mandando un mensaje al novio, tipo “no sabes la que te espera, Heredia”- se plantan unas coronas que parecen papeleras o paragüeros de estrass.
Las madrinas de ciertas bodas en general y en la de Farruquito en especial, suelen ir vetidas de forma catastrófica y los niños van vestidos igual que los adultos pero en talla reducida. Aunque yo creo que es común a todas las bodas terminadas en “ito” (recuérdese la de  Roci-ito, o el emperador Hiro-ito).
Para terminar un consejo más, querida lector, si deciden o le invitan a asistir a una de ellas, recuerda el eslogan de la película Alien el 8º pasajero: “en el espacio nadie puede oir tus gritos” (cambia “espacio” por el nombre de la iglesia donde se celebre).

4 comentarios:

  1. Un post muy divertido y real.
    No suelo asistir a bodas, me escaqueo de lo lindo. Pero por mi trabajo –sector de hostelería-la verdad es que en las celebraciones sociales he visto de todo. El otro día leí no recuerdo donde que esta volviendo a resurgir la moda del chándal como prenda de vestir. Que quieres que te diga estemos atentos la cosa promete.
    Ha sido una visita entretenida, nos leemos

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  2. Po mira, la boda de la Mary fue así, si, la del 5º c, Vi un esmoquin de piel de cebra fabuloso, ni farruquito me superó, ni Aramís Fuster o Rapel en Crónicas Marcianas; unos zapatos de charol con al punta moruna, así retorcidilla p'arriba, y unos chales de colores deslumbrantes a juego con la manicura francesa con motivos egipcio-floral, pero para eso llevaban todas sus gafas de sol.

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