viernes, 12 de noviembre de 2010

Soy una esnob, no sé si ir de cóctel o de papeo

Mira, mira, ¡mira!, cómo avanza la sociedad y cómo retroceden los modales ¿y los modelos? De que sirve tener unos buenos si carecemos de los otros. Queridos escasos leyentes, hoy me siento indignada observando comportamientos soeces, ordinarios y groseros  (aunque depende con quien te juntes lo apropiado es ser soez, ordinaria  y/o grosera), porque todo depende de lo que entendamos cada uno por  “comportamiento fuera de lugar”. Lo “idóneo” no es siempre lo “adecuado”, y lo “inoportuno” a veces procede. No sé. Un lío. ¡Pero yo me entiendo! ¡claro que of course!.
Por ejemplo, tú no puedes estar en un cóctel –al que tanto tú lector como yo, estamos acostumbrados a ir-, por muy apropiado que sea tu atuendo, por muy italiano que sea tu moño, por muy mona que vayas en definitiva, y de pronto ver a una conocida al otro extremo de la sala, y empezar a gritar “¡eeeeeeeh!¡Mameeeen!”, rollo cumbres, mientras te pones a dar brincos y a mover los brazos como una náufraga, porque eso no es fino, ni es de recibo, ni es nada, ¡estás loca!. Eso es de serranas y de montañesas, de gente asilvestrada y sin modales.
Lo correcto, para contactar con tu amiga, sería echar mano del móvil, llamarla y concordar el encuentro mediante un discreto contacto visual, para lo cual puedes alzar la mano  no más allá de tu mejilla. Si no consigues darle un timbrado a su celular (me encanta esta frase de mi amigo Aximún Llomgueras), por falta de batería, cobertura, o tu amiga a cambiado de número, entonces lo elegante es renunciar a esa amiga para siempre. Es dramático lo sé, pero eso te permitirá hacer nuevas amistades. No hay mal que por bien no venga. Si, resignarse y olvidarla, porque se supone que ella está lejos y sería de mal gusto atravesar el local  sólo para saludarla. Además sería humillante, ¡qué lo atraviese ella! Hay que ser soberbia a veces. De todos modos si te ha visto y no se ha dirigido ella a ti…es que es poco amiga tuya  (o se comporta con más soberbia que tú). Te envidia , te odia y te obvia. O sea, ¡pasa de ella, tía, pasa de ella!
Pues bien, en estos actos sociales, donde vamos a estar de pie rodeados de un montón de panolis, dejándote ver y tomando algo, hay que tener muy en cuenta tu comportamiento, controlando cada uno de tus movimientos, pues a bien seguro serás objeto de la atención de…de alguien que casualmente pase la mirada perdida un segundo sobre ti, mientras realiza un barrido general en plan “¡cuánto personal, y qué gente más fea, por favor!”. O sea, alguien que se fije en ti… Ojo, pero ese alguien puede ser un jeque árabe con muchísimo dinero, o una petarda dispuesta criticarte, que es peor. El caso es que no te permitas ser tu misma, siempre hay que procurar parecer alguien muy chic.
En este tipo de reuniones, por experiencia, no es conveniente acabar muy borracha, subida en una mesa, con los zapatos en la mano, bailando como…como una borracha, claro, y amenazando con seguir quitándote ropa (y con vomitar), por mucho que Ava Gardner se empeñara en ponerlo de moda. Pero recuerda que ella, era conocida como “el animal más bello del mundo”, y probablemente tú no seas más que un “animal a secas”. Seguro que eres más bestia que bella, imagínate que eslogan más tremendo: “el animal más bestia del mundo”.
Tampoco es recomendable abalanzarse sobre las bandejas de canapés, como una ansiosa y muerta de hambre. Es mejor acudir a una fiesta…y abalanzarse sobre las bandejas como una ansiosa y una muerta de hambre, y ponerse fina de todo. Seguidamente podremos asistir a dos o tres fiestas más y quedar divinísima al rechazar la comida (que casi te sale por las orejas del primer atracón). Los que te vieron en la primera pensarán que eres una paleta, vale, pero serán más los que solo te habrán visto comportarte como una modelo anoréxica, y pensarán que tienes clase. Si alguno de los invitados  coincidió en ambas fiestas pensarán que ¡estás loca!…o que te dedicas a hacer lo mismo que él. No te preocupes, será vuestro secreto, de ambos.

Palabra de Trinity Graun

3 comentarios:

  1. jajajajaja, qué loca estás Mari!!! Pues a mi me gusta ser espontánea, y si me alegro de ver a alguien que hace tiempo que no veo, no dudes que seré una asilvestrada al saludarla!!!!!

    Y si en una reunión tienes hambre, a comer!!, pero con estilo, eso si....Ava era el animal más bello del mundo, pero fuera de la pantalla era todo lo contrario...si divinidad le pasó factura.

    Un besote!!!

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  2. Ay el hombre y la sobervia, si ya dijo Nuestro amigo Dante que son inseparables, así acabaremso todos, en el Purgatorio. Ah no, que ya no existe.

    La verdad que la vida social no al hicieron nada fácil, por más que intento ser yo mismo no puedo ¿Que díria un profesor si me viese bailando al son de Lolita Sevilla? ah, no, que eso ya sucedió...

    Bueno, como decía, los hombres nos gusta mucho el mundo del espectáculo.

    Un abrazo pa ti y tu ingenio ;)

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  3. Muy bueno, podrías escribir un manual de las buenas maneras para competir con el de Ussía.

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